Efecto del cambio climático en la cantidad de agua dulce


El sol es el motor del ciclo hidrológico. De acuerdo con la teoría, el agua fue traída por asteroides y cometas helados desde muy lejos en el sistema solar, que bombardearon el joven planeta y lo sembraron con su agua cósmica.

Parte del agua quedó en la superficie y se convirtió en océanos, y el resto se abrió camino hacia los mantos, en forma de acuíferos. Cerca del 71 % de la superficie del planeta es agua de mar, pero el porcentaje irá subiendo por efectos del cambio climático. El agua dulce en la tierra alcanza un 3 %, aproximadamente, y el resto es salada, en mares y océanos.

La salinidad del agua marina, en promedio, es de unos 35 gramos de sales, principalmente cloruro de sodio, por kilogramo de agua. No obstante, el continuo lavado de la tierra causado por las lluvias hará que se incremente la salinidad.

El sol, mediante su energía, evapora cantidades inmensas de agua de mar y de los continentes, y esta, al subir por la atmósfera, enfría y forma las nubes que están hechas de microgotas.

Las nubes se desplazan con los vientos y, en determinadas condiciones, las microgotas se juntan y forman las gotas de lluvia. El ciclo se cierra cuando el agua recogida en los ríos retorna al mar.

Lógicamente, este ciclo influye en el clima. Todas las moléculas del agua de la tierra se considera que han realizado desde unos pocos hasta muchos ciclos del agua. En cada uno, el agua renace pura o sin contaminantes.

El volumen total de agua en el planeta equivale a 326 millones de millas o 1.386 millones de kilómetros cúbicos. Gracias a este ciclo, el recurso hídrico es inagotable; sin embargo, la contaminación de los cuerpos de agua afecta la disponibilidad de fuentes para la potabilización.

Si bien es cierto que el volumen del ciclo hidrológico es constante, la disponibilidad de fuentes adecuadas para procesos de tratamiento o desinfección, lamentablemente, si son agotables.

Por otra parte, el agua disponible no está repartida uniformemente en la tierra, y cada vez se torna más escasa en algunos lugares, como en el Mediterráneo, en donde las estadísticas muestran la correlación entre el incremento del dióxido de carbono atmosférico, el efecto invernadero y el aumento de la temperatura, causante de más períodos de sequía. Esto, aunado al incremento demográfico, intensificará la necesidad de agua.

La energía del sol es el motor del ciclo hidrológico, incluso con acciones que nos parecen negativas, como la formación de huracanes, que a pesar de los daños mantienen el traslado de agua tierra adentro.

El sol, como motor del ciclo del agua, mantiene el equilibrio de la biodiversidad en el planeta.

[email protected]

El autor es microbiólogo y salubrista público, director del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

En las aguas del Golfo Dulce, las personas podrán hacer distintas actividades como surf con remo o kayak. Fotografía de cortesía:

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *