Qué son las “sesiones de Luna llena” y por qué están de moda

El jueves 23 de mayo será la próxima Luna llena del mes, y recibe el nombre de “Luna de flores”, haciendo referencia al florecimiento que se suele dar en esta época en el hemisferio norte.

Las “sesiones de luna llena” son encuentros o actividades que se hacen durante la fase de Luna llena, con el objetivo de trabajar la intensa energía y el simbolismo que brinda el único satélite natural de la Tierra.

Estas sesiones pueden variar en su naturaleza y propósito, pero comúnmente incluyen prácticas espirituales, terapéuticas o de bienestar. La licenciada en estudios orientales, profesora de yogaterapia y mindfulness Silvana Pacheco explica que “en nuestro país encuentros de estas características aún son bastante incipientes, pero el interés crece porque mucha gente está tomando conciencia del poder de transformación y sanación energética que estas prácticas combinadas pueden brindar en esa noche tan especial”.

Silvana y Andrea Camarata -maestra de reiki- destacan que “desde antaño se conoce el poder de influencia lunar: los ciclos lunares se utilizaron para calendarios, para las cosechas e incluso para distintas creencias vinculadas a la magia. Se conoce la influencia que tiene la Luna en las mareas, y el cuerpo del ser humano contiene un 70% agua aproximadamente”.

“La Luna llena tiene injerencia sobre los estados de ánimo y sobre el cuerpo, ya que en esta fase solemos presentar mayor retención de líquidos, y es en este momento del ciclo lunar en donde nos sentimos más vulnerables e inestables, ya que despierta nuestro lado instintivo. Por estas razones y estos cambios en el comportamiento es que en la antigüedad se llamaba ‘lunáticos’ a aquellas personas que presentaban cambios en su conducta, siendo más agresivos, insensatos e inestables”, agregan.

La Luna llena simboliza la culminación y el cierre de ciclos, proporcionando claridad y renovación para iniciar nuevos proyectos y fases de la vida.

En ese sentido, suele ser considerado un momento poderoso para manifestar deseos y liberar aquello que ya no sirve. Los rituales pueden incluir la escritura de intenciones, la quema simbólica de miedos o obstáculos, y el uso de cristales o hierbas.

Estas sesiones suelen incluir meditaciones guiadas que ayudan a los participantes a conectarse con su interior y con la energía de la Luna. Estas meditaciones pueden enfocarse en la autoexploración, la sanación y la paz interior.

Actividades como la respiración consciente, yoga y atención plena se integran en estas sesiones para aprovechar la energía.

La autora inglesa Phyllis Curott llama “hechizos” a los rituales sencillos que podemos hacer mientras la luz lunar está en su máximo apogeo, pues apelan a la magia que está presente en el universo y que también habita en nosotros. En su libro Hechizos para vivir bien (Ed. Kepler) escribe: “La Luna llena lleva las cosas a buen puerto, a la plenitud del ser”, por eso considera que es un excelente momento para manifestar.

¿Por qué las noches de Luna llena son propicias para estos rituales? De acuerdo a Curott, la presencia de la energía de las diosas lunares es siempre benéfica y está exaltada en esta ocasión. La llamemos Selene, Freyja o Alignak, contaremos con su asistencia para “lanzar el hechizo a la luz de la Luna”.

Una manera de aprovechar la poderosa energía de la Luna es a través de un baño de Luna. Aquellos que lo practican, dicen que tomar un baño de Luna (básicamente, exponerse a los rayos de este cuerpo celeste) aportan más de lo que imaginamos. Particularmente en los días de Luna llena es una técnica de relajación y de liberación muy efectiva, que libera el exceso de calor corporal, de enojo.