El Día Mundial del Reciclaje se celebra cada 17 de mayo para concienciar a la sociedad sobre la importancia de reducir la producción de residuos y de reutilizar y reciclar materiales. Según la ONU, cada año se recolecta en el mundo una cantidad estimada de 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos.
El reciclaje es un proceso por el cual una materia o producto ya utilizado se vuelve a valorar, sometiéndose a un tratamiento para obtener una materia prima o un nuevo producto. Reciclar evita tener que extraer del medio natural materias primas nuevas, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un gran beneficio para los ecosistemas.
Las pilas son altamente contaminantes debido a los materiales tóxicos que contienen, como el mercurio, cadmio, litio y plomo. Estos metales pesados no se degradan fácilmente en la naturaleza y pueden contaminar el agua y el suelo, afectando la salud humana y el medio ambiente.
Una pila alcalina puede contaminar hasta 175.000 litros de agua, y una pila botón puede afectar 600.000 litros de agua.
Son elementos altamente contaminantes, pero la mayoría de los uruguayos las desechan en la basura de sus casas.
En Montevideo hay dos ecocentros, en el Prado y el Buceo, además de otros que funcionan de forma itinerante. Muchos de los artículos que reciben ahí son contaminantes, por ello su disposición final no debería mezclarse con el resto de la basura, por ejemplo las pilas y baterías.
Lo cierto es que hay muchas personas que no tienen conocimiento sobre la existencia de estos ecocentros, otros aseguran que están lejos y que son pocos.
La falta de cultura de reciclaje que existe en Uruguay es un problema. Distintos estudios aseguran que menos del 5 % de la basura que producimos se recicla. Pero más allá del cambio que debemos tener como sociedad en esta materia, también es verdad que Uruguay no tiene capacidad para reciclar algunos materiales.
En Uruguay lo que sí se puede hacer es darle a las pilas un destino final seguro con el compromiso de la gente, de intendencias. Empresas de reciclaje autorizadas, ministerios de ambiente e industrias…
El gran tema es que para que esto suceda, las pilas deben llegar a los centros de acopio especiales y son una mínima parte. La contaminación por pilas es un problema, pero estas y sus diferentes tamaños, formas y usos representan apenas el 1% de la basura electrónica que se produce en nuestro país, calculada en 40.000 toneladas.
A través de los ecocentros en Montevideo, de planes especiales que hay en otras intendencias en el interior y el compromiso de varias empresas, una parte de estos residuos electrónicos llega hasta plantas de gestión autorizadas que procesan los materiales.