El fiscal del caso Chavero mantiene la petición de prisión permanente revisable para Eugenio Delgado y añade la agresión sexual


El fiscal del caso Chavero, José Luis Vaquera, ha mantenido en su alegato final en el juicio que ha continuado este jueves en la Audiencia Provincial de Badajoz la petición de prisión permanente revisable y ha añadido un delito de agresión sexual por violación con “violencia de extrema gravedad” por el que pide 15 años. 

Después de que el acusado, Eugenio Delgado, no haya querido intervenir en su turno final, el jurado popular se ha retirado a deliberar y el juicio ha quedado visto para sentencia.

El fiscal también suma el agravante de ensañamiento al asesinato, que ya incluía la alevosía, y que evitó el descubrimiento de un delito cometido anteriormente para el único acusado por la muerte de Manuela Chavero, Eugenio Delgado, en el que concurre la circunstancia agravante de género.

En su alegato este jueves en el juicio que se sigue desde este pasado lunes en la Audiencia Provincial de Badajoz por el asesinato de Manuela Chavero en julio de 2016 en Monesterio, la Fiscalía ha relatado que, desde su punto de vista y apoyada por las pruebas practicadas, está “firmemente convencida de que Manuela fue agredida sexualmente, fue golpeada brutalmente y fue asesinada, y que su sufrimiento tuvo que ser horrible e intenso”.


Eugenio Delgado, acusado de la muerte y violación de Manuela Chavero.

“La justicia más básica conduce a que Manuela merezca que hagamos todo el esfuerzo que podamos hacer por nuestra parte para probar que su muerte se produjo de esta manera tan horrible”, ha señalado el fiscal. 

“Indefensión absoluta”

En su intervención, José Luis Vaquera ha relatado cómo se produjeron los hechos sucedidos en la madrugada del 5 de julio de 2016, cuando Manuela y el acusado estaban solos en la casa de este último en la calle Cerezo. La Fiscalía considera “acreditado” que la primera se encontraba en una situación de “indefensión absoluta” frente al acusado, “sola” en una casa cerrada, con un hombre “mucho más corpulento que ella” y en la que “no tenía posibilidad de escaparse”, ni la de pedir auxilio a terceras personas, que no la hubieran podido oír.

Tampoco tenía la posibilidad de que nadie la viera a ella y acudiera en su auxilio o llamara a la Guardia Civil, según el fiscal, que ha destacado igualmente que hay que tener en cuenta la circunstancia de la “alevosía”. Para él está “muy claro” que “Manuela entró viva en esa casa, pero salió muerta, y la única persona que la acompañaba era el acusado”, quien sobre lo que sucedió entre ellos “tiene una versión inverosímil“.

Según Eugenio Delgado, ambos iban cargando la cuna, ella andaba hacia atrás, se tropezó, aunque no sabe decir cómo, se cayó al suelo, se golpeó la cabeza y quedó inconsciente. “Después, se va 10 o 15 minutos a dar vueltas por la casa. Es absolutamente inverosímil. La actitud normal habría sido pedir ayuda”, ha señalado el fiscal.

En este mismo sentido se ha referido a la reconstrucción de los hechos visualizada en el juicio en aspectos como las propias dimensiones de la habitación, y ha remarcado que las pruebas que se han practicado “sí que muestran lo que ocurrió” y que los huesos de Manuela “después de desenterrados hablaron, como han dicho los forenses, y nos mostraron que sufrió una descomunal paliza“.


En el verano de 2016, dos desapariciones de alto riesgo tuvieron en vilo a la Guardia Civil. La primera, en julio, la de Manuela Chavero, residente en Monesterio (Badajoz) y de 42 años, que desapareció de su casa dejando la luces y la televisión encendidas.

“Si Manuela entró viva en la casa, como les decía, y salió muerta, y fue violentamente agredida porque de eso no cabe ninguna duda, la conclusión no puede ser otra de que alguien acabó con su vida allí dentro, y el único alguien que estaba allí dentro era el acusado“, del que ha añadido “como colofón” que se llevó el cuerpo a enterrarlo a una finca “para ocultarlo y lo tuvo allí durante más de cuatro años“.

“La muerte accidental es imposible”

Por su parte, la abogada de la hermana y la madre de Manuela Chavero, Verónica Guerrero, ha considerado en relación a la sesión celebrada este jueves del juicio que con los forenses Miguel Botella y Sergio Fernández, así como con los del Instituto de Medicina Legal de Badajoz “quedó muy claro que la muerte accidental es imposible“.

Así se ha pronunciado en declaraciones a los medios antes del inicio de la sesión del juicio, sobre el que Verónica Guerrero ha reconocido que “ya” están en la “recta final”. “Hoy nuestro papel termina, el nuestro, y ya queda el jurado”, ha explicado.

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