IPC abril: El precio de los alimentos repunta cuatro décimas y sitúa la inflación general de abril en el 3,3% | Economía



El recibo de la compra ha vuelto a subir en abril. Los alimentos y bebidas no alcohólicas repuntaron cuatro décimas hasta el 4,7%, según ha confirmado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta evolución al alza de la cesta de la compra, sumada a los costes del gas, han provocado que la tasa general de inflación encadene su segundo mes con crecimientos. En concreto, el IPC alcanzó el 3,3%, una décima más que en marzo. El índice se balancea así, de arriba a abajo, y de abajo a arriba, movida no solo por los altibajos en los mercados energéticos y materias primas, sino también por fuerzas matemáticas, pues como viene ocurriendo desde hace varios trimestres, “el efecto base ha estado detrás de estos números que a priori parecen tan negativos”, según explica Raymond Torres, director de coyuntura económica de Funcas.

“En abril del año pasado, la variación mensual de los alimentos fue del 0,3%. Un repunte, por muy menor que sea, impacta de forma notoria en la comparativa interanual”, agrega el economista. No obstante, se trata de una situación coyuntural que no tiene avisos de convertirse en una tendencia a largo plazo. En este caso, el regreso del IVA de la luz al 21% podría haber aumentado los costes de producción de algunos alimentos. A ello se sumará en junio el fin de las rebajas de los tipos impositivos que hasta hoy siguen vigentes como parte de las ayudas anticrisis y que mantienen en el 0% el IVA de todos los alimentos de primera necesidad —como pan, harina, leche o fruta— y en el 5% el del aceite y la pasta. Este incremento se debió, en su mayor parte, a la subida de los precios de frutas y legumbres y hortalizas, frente a la bajada en el mismo mes de 2023.

La vivienda también empujó al alza. La tasa anual aumentó 2,5 puntos, hasta el 4,0%. Este comportamiento fue debido a la subida de los precios del gas, frente a la bajada en abril del año pasado. Los carburantes, por su parte, también favorecieron el aumento de la inflación en abril. En lo que va de 2024, tanto la gasolina como el gasóleo han incrementado sus precios mes a mes hasta conseguir una racha de quince subidas semanales consecutivas. La recuperación de su valor se achaca a los recortes de oferta llevados a cabo por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que busca a toda costa mantener al alza los precios internacionales del oro negro. A ello se ha sumado, en abril, la confrontación directa entre Irán e Israel, que tensionó el mercado del crudo.

En el análisis coyuntural hay tres factores que producen una inercia al alza en el índice de precios. Uno de ellos son los servicios, cuyo comportamiento en este año ha sido asimétrico. Mientras algunas ramas han seguido moderando sus precios, el sector turístico y el ocio los han aumentado, impulsados por la fuerte demanda. La previsión es que el país se beneficie de la recuperación del poder adquisitivo de los principales países emisores de visitantes a España y este siga siendo uno de los motores de la economía, por lo que las tarifas seguirán ajustándose.

La recuperación salarial y el fin de las ayudas anticrisis son los otros dos factores que impactan en la evolución de los precios. En un análisis global, los vaivenes mensuales del IPC sugieren que superar esa última milla de la desinflación llevará su tiempo. Los analistas esperan que la tasa media anual de la inflación general ronde el 3% a cierre de 2024 y siga por encima del 2% que persigue el Banco Central Europeo en 2025. En cualquier caso, las cifras actuales están, según los expertos, en el rango normal. Prueba de ello es que la subyacente —que excluye la energía y los alimentos frescos— continúa por la senda de la moderación al pasar del 3,3% en marzo al 2,9% en abril.

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