Repite el puro, el baile y la predicción de Modric


El técnico Carlo Ancelotti, consciente de la magnitud del momento, solicitó una danza con el joven talento Camavinga. “Una fiesta como esta merece un cierre espectacular”, debió de pensar mientras miles de aficionados aguardaban en Cibeles desde las primeras horas de la mañana, brindando calor a la celebración por la consecución de la 36ª Liga del equipo.

Tras un recorrido por las calles de la ciudad a bordo de un autobús descapotable y exhibiendo el preciado trofeo, el equipo llegó a la icónica fuente, donde Nacho, en tono jocoso, bromeó con el riesgo de dejar caer el trofeo, al estilo de Sergio Ramos.

En medio de risas y camaradería, Ancelotti, aficionado al baile, tomó el micrófono y sorprendió a todos al invitar a Camavinga a danzar. “¡Música, maestro!”, exclamó, desatando la expectación. Al son de “El Fin del Mundo” de La La Love You, ambos se lanzaron a la pista improvisada, arrancando los aplausos y vítores del público.

Las declaraciones de los jugadores en la euforia del momento fueron escasas, aunque destacó el clamor por la continuidad de Modric y los cánticos de “¡Nacho, quédate!”, liderados por Vinicius. Tchouameni y Luka también se unieron a los mensajes de apoyo al club.

A pesar de no ser la celebración más concurrida, esta fue una de las más emblemáticas, especialmente por la presencia de Nacho, símbolo del club, quien colocó la tradicional bufanda en la diosa Cibeles y luego llamó a los otros capitanes para compartir el momento. Con Ancelotti liderando los cánticos y su hijo Davide imitándolo, la fiesta culminó en un ambiente de camaradería y alegría, dejando un alegato claro para el futuro: “Después del 1 de junio, nos volvemos a ver aquí”, sentenció Luka Modric.



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