Los agujeros negros son protagonistas en muchas películas de ciencia ficción, pero alguna vez se preguntaron ¿Cómo sería viajar al interior de uno? La Nasa logró recrear cómo sería ese viaje utilizando una supercomputadora.
Los agujeros negros nacieron como parte de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, y luego, a través de la observación espacial, se comprobó su existencia. En 2019 lograron fotografiar por primera vez un agujero negro supermasivo.
Estos fenómenos se caracterizan por tener una masa gigante, superior a la de millones de soles combinados. La fuerza de gravedad es tan fuerte en estos fenómenos que distorsionan la noción del tiempo y el espacio. Es completamente oscuro, pero el gas brillante a su alrededor hace que en ocasiones se pueda detectar.
En la simulación hecha por la Nasa, se observa un fino círculo interno llamado anillo de fotones. Es una imagen producida por la luz que orbita el agujero negro.
La velocidad de la cámara hace que las fuentes de luz se iluminen en su caída de 10 minutos hacia el horizonte de sucesos, una superficie frontera del espacio-tiempo. Es el punto de no retorno y de allí es imposible escapar porque requiere moverse a una velocidad incluso mayor a la de la luz.
Desde la Nasa explican que, de tener la opción, sería mejor caerse en un agujero negro supermasivo que en uno estelar, debido a que estos últimos tienen puntos de retorno más pequeños y fuerzas de marea más potentes, que llevan a que los objetos se destrocen antes de llegar al horizonte.